La comunicación a veces se escuda en el mal gusto, en la desidia de sus creadores o en la verdad de un determinado gen inmutable que no deja de recordarnos lo bueno que es el producto que tenemos ante nuestros ojos. Pero la comunicación, a veces, va más allá; Llega a lugares insospechados, se enfunda una máscara de frescura y experimenta con las mentes visionarias de aquellos que acuden a su encuentro. Entonces hablamos de Comunicación experimental, del arte de la comunicación o sencillamente, de comunicación artística. Pero, ¿todo vale en la comunicación de vanguardia?
Creadores que encuentran un hueco mediante la búsqueda de polémica versus creativos que usan conceptos que nadie antes había utilizado y que encuentran en su camino feroces detractores y una vereda de envidias.
Que cada cual saque sus propias conclusiones, pero hoy iniciamos las entradas del blog con una reflexión que insta al autocontrol y a la vez a la creatividad:
Comunica lo que debas... ¡Y lo que te dé la gana!